Veinte años atrás, America Singer concurso en la Selección y conquisto el corazón del príncipe Maxon. Ahora ha llegado el momento de la selección para la princesa Eadlyn. Ella no espera que su selección vaya a ser la gran historia de amor como lo fue la de sus padres, pero, al comenzar la competición, descubrirá que conseguir la propia felicidad no es como ella había creído, tan imposible.
Una nueva generación de personajes y de historias de amor cautivadoras nos esperan en esta cuarta entrega de la serie la Selección.
[Opinión]
Lo primeo que debo decir es que me llama mucho la atención que en muchas reseñas he leído opiniones muy parecidas a la mía y aún así le han puesto un 5/5 o un 4/5, que es técnicamente una muy buena nota, pero yo soy más realista, ya aunque amé la historia de America y Maxon, que tenían sus fallos y sus cosillas, este libro es un desastre y su hija es la cosa más repelente sobe la faz del mundo de los libros. En serio.
Sí señores/as. Eadlyn es una insoportable, mimada, egocéntrica y una estúpida. Y ni tirándole huevos a la cara se entera de que no vale para ser reina, lo cual le encanta repetir cada dos páginas junto con lo de que será la mujer más poderosa en la faz de la tierra. Cágate lorito.
A lo largo del libro su mellizo y su hermano pequeño demuestran tener más sentido común que ella para gobernar, porque está claro que si cae una guerra en Illéa lo primero que hará nuestra futura mujer mas poderosa sera coger sus amadísimas tiaras y salir cagando leches.
Yo no sé que le pasó a Kiera por la cabeza para hacer una protagonista tan horrible. Al final sí tenia razón America al final del La Elegida cuando decía que Maxon consentiría mucho a sus hijos, vaya que si que lo hizo. No es para nada humilde o realista con la situación, como lo fue su padre cuando era príncipe, y no es consciente de sus súbditos y del pueblo que algún día tiene que gobernar. Cosa que su madre le hecha en cara en algún momento del libro también. Está muy alejada de todo y para ella sus tiaras y dibujar diseños de vestidos es lo único que es importante. Dios mio, no la soporto.
Creo que su actitud feminazi contra la selección y el matrimonio que tiene la portagonista es una reacción de la autora con respecto a las críticas que recibió la trilogía de La Selección con el tema de lo machista que era la idea que rodeaba al concepto de la propia selección.
Pero lo de esta chiquilla es muy exagerado porque piensa que si se casa ese hombre le quitará su poder de mujer más poderosa en el mundo y que gobernará por ella y no sé que más memeces.
Pero lo de esta chiquilla es muy exagerado porque piensa que si se casa ese hombre le quitará su poder de mujer más poderosa en el mundo y que gobernará por ella y no sé que más memeces.
Así con la tontería el libro gira en torno a Eadlyn y sus gilitonteces mientras desprecia a todo el mundo y pasa del tema en general. Menos mal que de vez en cuando se sabe del resto de los protagonistas y personajes de la anterior trilogía.
Cuando por fin empieza la selección, nuestra flamante princesa sólo se le ocurre planes para hacerles la vida imposible y humillar a los pobres chavales.
Lo malo del egocentrismo de esta tía es que casi no conoces a los candidatos, ni te los describe, y cuando los nombra tengo que volver atrás para situarlos o algo, porque en serio que no me entero de nada.
Así y con todo, al final del libro parece que despierta un poco y al parece que espabila con el tema de los candidatos y el pueblo y todo eso.
Aun así, repito que me ha gustado saber de los protagonistas de La Selección y poder conocer sus hijos, que tendrán algo de protagonismo en esta segunda saga.
Aun así, repito que me ha gustado saber de los protagonistas de La Selección y poder conocer sus hijos, que tendrán algo de protagonismo en esta segunda saga.
Espero que no me machaquéis mucho con esta reseña tan super negativa, pero en serio que me pasé todo el libro despotricando y muy enfadada.
Pero la autora escribe bien y me gusta mucho la trama así que seguiré leyendo todo lo que publique.